

No sé por qué,pero me sorprendió que todos me mirasen con cara de "¿qué unicornio le ha pisoteado a este?". Cuando la tarde del mismo día llegué a casa, mi madre, por una razón rara, no quiso abrirme. Me dijo que si era de la A.Q.R.D.N no podía entrar nunca jamás en casa. Y me quitó todos los periódicos bruscamente alargando la mano por la rendija de las cartas de correo en la puerta. Me fui cabizbajo. Los de la A.Q.R.D.N eran muy amables conmigo. No me extraña...gracias a mi,los necesitados habrían recibido como 8.000 euros en todo lo que llevo trabajando con el periódico. Pero pronto se acabaron mis ilusiones. Vi un buen montón de dinero en una mesa, y todos se lo repartieron entre ellos y se lo guardaron. ¿Por qué no lo introdujeron en la ranura de envíos a los necesitados? Me di cuenta de que ellos todo ese tiempo me estuvieron utilizando para quedarse con mi dinero. ¡No se lo iban a enviar a los necesitados! Los A.Q.R.D.N eran los Avariciosos Que Roban Dinero a los Necios. ¡Y el necio era yo! Entonces, empleé mi llave secreta de judo que había estado ensayando la mañana anterior... ¡cogí a los ladrones por la oreja y tiré de cada una tantas veces como años tuvieran los ladrones! Cuando se debilitaron, cogí el dinero y me lo llevé a casa. Aunque ya nadie me quería... entonces, utilicé el dinero para comprar una bici y me marché lejos de la ciudad. A 20 millas de ésta me encontré Cáfeville. Y,en esa ciudad, descubrí los cafés y...¡descubrí que ellos eran mi vida y me daban suerte y ánimos! Y, desde ese momento, no hubo día en el que no me tomase más de 13 tazas de café en un día. Salvo uno que estaba enfermo, que tan sólo pude tomarme 12 y media...

-T-t-te...¡Ten! ¡E-esta carta es pa-para tí!
-Oh,gracias, Cola-cao Boy (me cambié el nombre a Cola-cao Boy por que me encantaba el Cola-cao. Al fin y al cabo, a mis padres les daba igual...nunca me hacían caso...). ¡Es muy romántico! ¡Déjame verla!
Entonces agarré el sobre con fuerza. ¡Me arrepentí de habérselo dado! ¿Y si algo salía mal? ¿Y si me rechazaba? ¿Y si se lo contaba a todos y me dejaba en ridículo? Entonces ella empezó a tirar del sobre.
-¡Dámelo! -dijo.
-¡Noooo!¡No lo leas,noooo!
Tiré con fuerza, a la vez que ella. Hasta que, el sobre se abrió y se vio el papel con el contenido... ¡¡Qué desastre!!
"¿Quieres tomar un Cola-cao con migo?"
Se me cayó la cara de vergüenza, hasta que...
-¡Oh,Cola-cao Boy! ¡Qué romántico! ¡Claro que tomaré un Cola-cao contigo!
Y así empezó nuestra relación y envejezimos juntos, bebiendo desde Cola-caos con pepitas hasta Cafés con esencia de frutas del bosque. Ahora,ella ocupa la sección "Historietas"... sigue siendo tan guapa como antes, ¿verdad? Y yo aquí,en YNMA,todo el día en la cafetería tragando cafés, y ella todo el día leyendo libros antiquísimos y llamando la atención a la juventud... Y aquí se acaban mis anécdotas... ¡hasta la próxima!
Muchas gracias, Anecdotista. ¡Nos servirán de lección esas anécdotas! (ejem...creo...ji,ji,ji) ¡Hasta la próxima! ;D
¿Otra vez con la medalla? ¡Pero mira que eres pesado! Agh...En fin,me parece bien que quieras poner una insignia,pero la mía siempre irá después, para sellar que soy la administradora de YNMA. ¡Hasta la próxima!
-Jo,a lo mejor colaba. Es que siempre llevo conmigo esta insignia para cuando trabajo, ¡así mis anécdotas tienen más jugo! Ah,por cierto, mi número de teléfono está detrás de la chapa de reconocimiento... llámame siempre que quieras oir un par de anécdotas mías... Y que sea a partir de las cuatro de la tarde, que si no estoy durmiendo en la residencia o jugando al parchís mientras bebo café. ¡Hasta otra!
Hasta otra, Anecdotista. ¡Suerte!